El programa que le permite a los seres humanos estar en la sociedad, es la educación

domingo, 11 de agosto de 2019

Estamos mal y podríamos ir a peor porque la crisis la llevan aquellos venezolanos que carecen de principios y valores.


"Las bases morales y éticas de muchos de los que habitan la sociedad venezolana de estos tiempos están desgastadas o, en el peor de los caos corruptas, razón por la que el sacar a Venezuela adelante exigirá enormes esfuerzos de los pocos honestos, decentes, responsables y comprometidos con los que cuenta el país esos, que por la educación recibida en verdaderos hogares, representan una valiosa reserva moral.
En una nación donde muchos han convertido "el abuso en derecho adquirido" y no hay ley que les someta porque lo legal es letra muerta, donde los cuerpos de seguridad se han convertido en cuerpos de inseguridad, y la moda es la vulgaridad, la mediocridad y delinquir es obligatorio para sobrevivir, será muy difícil convertir gente de tal calaña en ciudadanos útiles a la mentada patria.
"Ninguna empresa avanza con esquemas apegados a la inmoralidad, viveza criolla, improvisación, imprudencia y falta de preparación profesional" y, si realmente queremos, deseamos y anhelamos una Venezuela próspera, decente donde todos o la mayoría exhiba un comportamiento realmente ciudadano, habrá que constituir verdaderos hogares e ir en la búsqueda de esos educadores que desde su compromiso, sean capaces de echar el resto formando no solo profesionales éticos, responsables, sino también, gente que valore la tierra en  que nació.
Ésta marcada y urgente misión no será fácil pero, cargados de esperanzas, esfuerzos, fe y de optimismo, esos que dicen amar ésta tierra, deberán salir de su bajo perfil y comenzar a dar lo mejor de ellos a través de lo que hacen, modelando comportamientos donde se exhiba dignidad y apego a las buenas costumbres, hoy perdidas, desgastadas y pisoteadas por esos que no conocieron nunca el significado de las palabras: Amor al prójimo, decencia, lealtad y buen vivir.

M.Sc. José Eduardo Orozco